El Realejo, la pieza angular de la Granada judía precristiana.
El antiguo barrio judío de El Realejo es el protagonista de esta ruta, que descubre al viajero los siguientes hitos: Plaza del Padre Suárez (Casa de los Tiros y ex convento de San Francisco Casa Grande); Judería; Comendadoras de Santiago; Santa Cruz la Real; Calle de San Matías (Casa del Gran Capitán e Iglesia de San Matías); Castillo (posterior cuartel) y puerta de Bibataubín (actual Diputación). El 2 de enero de 1492, los Reyes Católicos entran en Granada, poniendo fin a casi ocho siglos de permanencia islámica en la Península. Con el dominio cristiano, la ciudad nace a una nueva era de esplendor. En esta primera época, la de los Reyes Católicos, se construyen los grandes monumentos cristianos de estilo gótico tardío ya que Granada fue vista como un símbolo: salvando las distancias, era la nueva Jerusalén reconquistada. Por lo tanto, la preocupación de la Corona fue asegurar el poblamiento y el ennoblecimiento de la antigua capital del reino nazarí. Antes de la conquista cristiana, los judíos tenían su ciudadela en las orilla izquierda del Darro. La ciudad se identificó con ellos de tal manera que los moros la llamaban “Garnata al-Yahud”, Granada de los judíos. Cuando los cristianos tomaron la ciudad, arrasaron el barrio de los judíos y lo renombraron El Realejo, nombre con el que hoy se le conoce, pues había sido apropiado por la Corona. Uno de los espacios más importantes del barrio es el espléndido Campo del Príncipe, creado por los Reyes Católicos para la celebración de las fiestas nupciales de su hijo Juan y sobre él se alza la iglesia de San Cecilio, construida a principios del 1.500.
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