Su pasado íbero, romano, musulmán y cristiano la han ido conformando poco a poco hasta convertirla hoy en día en una ciudad tan hermosa como sorprendente.
Ubicada en el centro del cuadrilátero geoeconómico formado por Madrid, Barcelona, Valencia y el País Vasco, Zaragoza constituye un enclave privilegiado, puerta de Europa hacia la Península Ibérica, que ha jugado un papel preponderante en las comunicaciones e intercambios desde época romana hasta la actualidad.