Esta ruta realiza el siguiente itinerario por el barrio granadino del Albaicín, fascinante enclave ubicado en una colina frente a la joya que preside la ciudad, su monumento más representativo, la Alhambra.
Este legendario barrio granadido, Albaicín, ubicado en una colina frente a la Alhambra: Mirador de San Cristóbal; Plaza e Iglesia de San Bartolomé; Muralla zirí - Puerta Nueva (Arco de las Pesas); Colegiata y patio del Salvador; Puerta de Bib-al-Bonud-Mezquita Nueva; Mirador de San Nicolás; Casa Museo de Max Moreau; Convento de Santa Isabel la Real; Alminar de la Iglesia de San José; El Maristán; El Bañuelo y la Puerta de los Tableros. De acuerdo con las últimas campañas arqueológicas realizadas en el Albaicín, uno de los barrios con más encanto de Granada, parece confirmarse la hipótesis de que se levanta sobre la antigua Iliberis romana. Las excavaciones realizadas junto a la Puerta Nueva o de las Pesas, en la placeta de las Minas, sitúa en esta zona el emplazamiento del foro de aquella primigenia ciudad. En este barrio profundamente típico de Granada, que se extiende sobre una colina frente a la Alhambra, sus calles y plazas conservan su traza árabe; no en vano los monarcas ziries establecieron aquí su corte o Alcazaba en el siglo XI, de las que quedan restos de su muralla y las Puertas del Arco de las Pesas, Puerta Monaita y Puerta Elvira. Cuando Mohamed Ben Alhamar estableció el reino nazarí de Granada en 1238, el barrio continuó siendo el corazón de una ciudad que alcanzaría un esplendor inigualable en los dos siglos y medio siguientes. Frente a las excelencias regias de la Alhambra, el Albaicín escenifica las esencias urbanas de la ciudad andalusí. Barrio vivo y antiguo a la vez, dotado de una poderosa personalidad, conforma un itinerario en el que el viajero se sentirá transportado a otros tiempos. Se encontrará, por ejemplo, con El Bañuelo, el baño árabe del Nogal, hamman al-Gauza, valioso vestigio arquitectónico de la Granada zirí del siglo XI. Paseando entre viejos alminares como el de San José, en su dédalo encantador de cuestas, plazuelas, casas y cármenes, de iglesias que fueron mezquitas, de conventos y murallas, de talleres artesanos y tabernas de ambiente popular se descubrirán las más genuinas esencias granadinas. El itinerario no puede concluir sin una visita a la plaza y mirador de San Nicolás desde la que se divisa la más bella panorámica de la Alhambra, que surge en la colina hermana, con Sierra Nevada al fondo. Este paisaje ha sido fuente de inspiración de pintores y fotógrafos y es una de las estampas más conocidas y reproducidas de Granada.
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