Compartirlo con ellos, pasear por sus calles y parques, descubrir el Ourense modernista o perderse por el casco antiguo no tiene precio. Porque esta ciudad está llena de joyas. Cruzar su Puente Romano, construido en tiempos del emperador Trajano, o contemplar desde los miradores del Puente del Milenio el extraordinario paisaje del río Miño es toda una experiencia. Por el camino de Santiago Un área con magníficas rutas por el románico, gótico y barroco, salpicadas de monasterios que marcaron el camino de Santiago. No hay que perderse A Fervenza de O Viñao, un entorno natural de increíble belleza donde el río y la vegetación se vuelven mágicos.
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