Sierra Morena

Resulta difícil encontrar territorios tan extensos donde se reúnen las comodidades de alojamientos confortables y la facilidad de encontrarse en completa integración con la naturaleza.

El encanto de sus pueblos, lo recio de sus tradiciones, lo gratificante de sus recorridos o lo arraigado de su gastronomía son energía suficiente para encarar rutas hermosas por el simple placer de lo más sencillo y que habitualmente ocultamos a nuestros ojos: la mies; la silueta voladora que apenas distinguimos, pero que con paciencia y unos prismáticos podemos nombrar; darle a un buen castaño la ocasión de que nos cobije; señalar la distinguida nube, ya sea amenazante o como algodón de azúcar; recogerse en una plaza bulliciosa donde todavía juegan algunos niños que escapan al perezoso influjo de la tele; vivaquear con un inigualable techo de estrellas con otras personas en esa meditativa contemplación sobre la grandeza del cosmos; sentir el palpitar de las calles durante sus alabanzas, cristianas o paganas, a la celebración de la vida. Experiencias.