Punto de comercio y referente cultural de las distintas civilizaciones mediterráneas, Jumilla presenta una larga historia. La situación de “La Bella”, como la llamaron los árabes, la convirtieron en una ciudad grande.
El viñedo es la pieza central de la economía jumillana. Desde 1966 sus caldos cuentan con el distintivo Denominación de Origen Jumilla, galardonada en decenas de ocasiones en concursos nacionales e internacionales. Cuenta con un gran número de variedades de caldos: tintos como el Monastrell, Sensible (tempranillo), Garnacha Tintorera, Garnacha, Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah. O blancos como Airén, Macabeo, Pedro Ximénez y Malvasia.
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