Ruta de la Pasa

Es llamada así por los innumerables paseros que la componen, dispuestos en suaves pendientes siempre orientadas al sur. Su vino artesanal es bastante apreciado, especialmente el moscatel.

Los antiguos moradores de la región, de origen islámico, dejaron un inmenso legado cultural, reflejado en maravillosas construcciones; todos los pueblos que componen la ruta conservan Iglesias Parroquiales con sus respectivas torres alminares.

Además, realizaron una interesante actividad agrícola que hoy aún se lleva a cabo, con gran respeto a la tradición.

El cultivo de la pasa que se localiza especialmente en esta zona del centro de la Axarquía tiene un sabor dulce típico, debido a la ubicación geográfica y al clima de este lugar. Este fruto posee distintos tamaños: pequeño, normal, grande y extra, y la producción se encuentra en torno a las 200.000 kilos de pasas.

Comienza la ruta en Moclinejo,
un pueblo que hace siglos fue protagonista del levantamiento contra las tropas cristianas, acontecimiento que ha pasado a la historia con el nombre de La Batalla de la Axarquía.

Siguiendo por la senda que nos marcan los paseros se llega hasta Almáchar, donde el viajero podrá disfrutar de su exquisito ajoblanco. El Borge, situado a solo 2,5 kilómetros de Almáchar, asumió el liderazgo como foco de rebeldía durante el citado levantamiento morisco. Este carácter rebelde del pueblo seguía aún vivo algunos siglos después, en la figura de uno de los más famosos bandoleros de Málaga “El Bizco del Borge”.

Muy próximo a los 1.020 metros del Pico Santopitar, bajo la atenta mirada del pico de La Maroma, está situada Cútar que, además de distinguirse por sus uvas y pasas, también es la cuna de un excelente aceite.

Comares es conocida como el Balcón de la Axarquía, por la espléndida vista que se contempla desde el pueblo. Esta ubicación excepcional le confirió un importante papel estratégico en tiempos de la reconquista; de su antiguo castillo todavía permanecen en pie dos torreones en la parte más alta del pueblo.

Por último, Totalán, tierra de viñedos, es también una localidad con historia, testigo de importantes episodios en la encarnizada lucha de musulmanes y cristianos.