El patrimonio monumental de Archidona quedó refrendado en 1980, con la declaración de Conjunto Histórico-Artístico. Aunque ya los fenicios y los romanos fundaron la ciudad, fue durante la invasión musulmana cuando la villa alcanzó su esplendor.
El Castillo árabe y las murallas evidencian la importancia de la ciudad en el siglo IX. Situado en la cima del cerro de la Virgen, el enclave estratégico-defensivo será el punto de partida de esta ruta. El castillo fue reedificado en el siglo XIII, por Alhamar. Destaca su puerta del sol. En esta fortaleza el viajero gozará de un auténtico mirador, desde el que se domina casi toda la comarca. Junto a las murallas se encuentra la Ermita de la Virgen de Gracias, otra de las huellas árabes de Archidona. Esta ermita-santuario fue en su origen una mezquita árabe, levantada en el siglo IX, la única que se conserva en la provincia. Al pie del cerro se asienta la población de Archidona. En su núcleo urbano destacan conjuntos como la iglesia de Santa Ana (levantada a principios del siglo XVI), el convento de las Mínimas, la iglesia del Nazareno (del siglo XVII, que acoge el patrón de la localidad) y Escuelas Pías, la plaza de la Victoria (donde se encuentra el Ayuntamiento y la Iglesia de la Victoria). Otro antiguo convento es el de Santo Domingo, hoy reformado en hotel, destaca por su imponente fisonomía. Tras recorrer las huellas de la arquitectura militar y religiosa archidonense, la plaza Ochavada será la siguiente parada de esta ruta. Su peculiar diseño octogonal y la belleza de sus fachadas han convertido esta joya del urbanismo andaluz del siglo XVII en la imagen insignia de Archidona.
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