Cáceres es un mosaico de civilizaciones y razas desde la antigüedad.
Las primeras muestras del ser humano en estas tierras son de la época prehistórica y, como ejemplo de ello, merece la pena destacar la Cueva de Maltravieso. Este asentamiento contiene en su interior las muestras pictóricas más antiguas de la provincia, con una edad que ronda los 30.000 años.
De los tartesos y celtas aún perviven algunos castros y otras incipientes construcciones. Pero fueron los romanos la primera civilización que dejó una huella profunda en la provincia, fundando ciudades estratégicas como Cáparra (de la que aún se conserva su famoso Arco); levantando puentes como el de Alcántara o calzadas como La Vía de la Plata, que atraviesa la provincia de norte a sur.
La presencia árabe se pone de manifiesto tanto en las distintas construcciones que hoy es posible admirar en pueblos y ciudades (castillos, alcazabas y murallas) como en las viejas tradiciones artesanales que perviven en muchos de los pueblos cacereños.
La capital, Cáceres, y la localidad de Hervás cuentan con dos de las juderías más importantes de nuestro país, ambas incluidas en la Red de Juderías de España.
Con la Edad Moderna llegan los grandes descubrimientos y Trujillo se convierte en madre de los conquistadores: Pizarro, Orellana, Nuflo de Chaves, todos ellos contribuyeron al conocimiento y expansión de los valores extremeños por el mundo.