La restauración de la tabla flamenca, copia del Descendimiento de Van der Weyden, culmina todo el proceso de restauración que la Capilla Real de la Catedral de Granada por el Equipo del taller de restauración del Museo del Prado, dirigido por Carmen Garrido.
La pintura presentaba un mal estado de conservación, con una gruesa película de polvo, muy ennegrecido, barnices oxidados de tono ámbar oscuro, entremezclados con otras materias sucias, como restos de cola, cubrían la capa pictórica, impidiendo la fácil lectura de la composición.
Los volúmenes escultóricos de las figuras, las transiciones entre luces y sombras, los planos y perspectiva, y diferentes tonalidades de color quedaban "atrapadas" por la gruesa película de barniz oxidado envejecido que la cubría.