Territorio Iberkeltia: Serranía de Cuenca
El escarpado relieve de esta comarca explica su papel estratégico a lo largo de la historia como asentamiento de grandes civilizaciones. Redescubre el pasado celtibérico, romano y medieval de sus municipios y disfruta del esplendor de su naturaleza, cultura y ocio.
La Comarca de la Serranía de Cuenca se ubica en la parte noreste de la provincia de Cuenca. Su orografía resulta muy escarpada con altas montañas y profundos valles como el excavado por el Río Cabriel, lo que ha facilitado la creación de asentamientos a lo largo de toda la historia, pues nuestros antepasados buscaban lugares de difícil acceso para una mejor defensa.
Así, el viajero disfrutará recorriendo los territorios ocupados hace miles de años por las etnias celtíberas de Olcades y Lobetanos, famosos por su fiereza en la batalla.
El poblado y la necrópolis del paraje llamado Castillo del Pajaroncillo, el municipio de la Cueva del Hierro o el castro de Ribatajadilla atestiguan el rico pasado de una comarca en la que también es posible contemplar pinturas rupestres, el patrimonio monumental medieval de localidades como Beteta, Cañete o Moya, la magnífica arquitectura religiosa de enclaves como Carboneras de Guadazaón y Cardenete o simplemente disfrutar del medio natural.
Patrimonio natural
Precisamente el capital natural de la Serranía de Cuenca y la variedad de su fauna la han hecho merecedora del reconocimiento de las administraciones por medio de distintas figuras de protección de más del 40 por ciento de su territorio.
El espacio de mayor relevancia es quizá el Parque Natural de la Serranía de Cuenca, por su importancia y su extensión (casi 40.000 hectáreas), caracterizado por un relieve formado por muelas, cañones y bosques.
La comarca también cuenta con una amplia agenda cultural y de ocio para que los visitantes no dejen de disfrutar durante su estancia.
El Castro de Ribatajadilla
Junto a la pequeña localidad de Ribatajadilla, al margen de un cauce de agua, se localiza un cerro muy destacado. Su situación elevada en medio de un amplio valle convierte a éste en un lugar excepcional para contemplar el paisaje de la Serranía conquense y su abrupta orografía.
Las investigaciones apuntan a que este promontorio se trata de un asentamiento con dos momentos de ocupación, uno en la Edad del Bronce y otro en la Edad del Hierro.
Los objetos encontrados en las excavaciones realizadas, entre los que destacan las cerámicas realizadas a mano con decoraciones grabadas, dan fe de la historia milenaria de este enclave.
En la Edad del Hierro, el yacimiento se convirtió en un castro de época celtibérica, y es posible observar los vestigios de la característica muralla defensiva, construida a base de mampostería de gran tamaño y sillares. La muralla también servía de pared trasera de las viviendas de planta rectangular propias del urbanismo de la época.
En la parte central del poblado se aprecia una calle circular que rodea completamente una sobre-elevación, lo que se ha identificado como una antigua torre de vigilancia.
Enclave militar
Durante la época celtibérica, este tipo de yacimientos cumplían una función de control territorial, siendo dependientes de yacimientos de mayores dimensiones que hacían las veces de centro del poder político.
Normalmente los asentamientos de ubicación en altura y reducido tamaño como el de Ribatajadilla se construían en zonas fronterizas para potenciar su valor estratégico. De ahí la necesidad de acentuar la defensa del poblado con una muralla.
Normalmente estos asentamientos suelen estar habitados por un acuartelamiento militar. No obstante, no es extraño encontrar en ellos edificios con una clara finalidad agropecuaria, que probablemente cumplían funciones de intendencia.
La Cueva del Hierro
La localidad serrana de Cueva del Hierro toma su nombre por tener prácticamente dentro de su trama urbana una cueva de explotación de material ferroso, que a lo largo de la historia ha sido sistemáticamente explotada por multitud de culturas.
Acondicionado para visitas
Recientemente esta cueva se ha acondicionado para la visita y vale la pena realizar el recorrido propuesto e ir descubriendo los diversos sistemas de explotación que se efectuaron sobre ella a lo largo de la historia.
El método de extracción de la época moderna – con vagonetas, candiles y otros elementos- constituye la forma de explotación más conocida y evidente. Pero en algunas zonas queda el testigo de las técnicas empleadas en otras etapas, como la romana.
La importancia de este enclave en el contexto de la época celtíbera viene dada porque el hierro era uno de los materiales fundamentales en esta época en la península. Con él se realizaban todo tipo de utensilios, desde las armas hasta las herramientas de aprovechamiento agrícola.
Hipótesis por confirmar
En la cueva por el momento no se han realizado intervenciones arqueológicas que confirmen la explotación minera en esta época.
No obstante, al ser la única mina de este tipo de material que se localiza en muchos centenares de kilómetros, el hecho de que el afloramiento del mineral se detecta prácticamente en la entrada y el encontrarse rodeada de bosques que potencian el sentido de una siderurgia aún rudimentaria, permiten hipotetizar sobre el uso de esta mina ya en estas cronologías.
Monedas en su interior
Su empleo durante la época romana está demostrado, puesto que se han encontrado monedas de esta etapa en el interior de la misma, lo que hacen suponer que estuvo bajo el control de la cercana ciudad de Ercávica.
Con el mineral de esta cueva se realizaron los elementos de forja de la ciudad de Cuenca en la Edad Media. Desde esta época hasta 1907, la cueva ha estado en constante explotación.
Centro de interpretación - Museo Ribatajadilla
La visita al Castro de Ribatajadilla, se completa con la entrada al Museo Arqueológico, emplazado a los pies del cerro en el que se sitúa el propio yacimiento.
Se trata de un edificio de nueva construcción en el que se realiza un recorrido por las líneas definitorias de la cultura celtibérica. Mediante paneles explicativos y distintos materiales, se trata de que el visitante se acerque a la figura del los celtíberos y pueda entender su organización territorial, el urbanismo y arquitectura propios de su cultura, sus creencias religiosas, la organización política y de la sociedad, etc. Todo ello permite que la visita al yacimiento sea mucho más didáctica pues el visitante puede interpretar mejor el significado de los restos arqueológicos que verá en el mismo lugar.
El Centro también cuenta con actividades divertidas para los más pequeños, como la recreación de un túmulo funerario o un sistema informático en el que se puede escribir el nombre de la persona y se traduce al celtíbero.
Dirección: Crta. Cuenca s/n, 16145 Ribatajadilla
Horario de apertura: Fines de semana 10.00 h. a 14.00 h. y de 16.00 h a 20.00 h. (llamar con antelación).
Teléfono de contacto PRODESE: 649 65 98 54 museo.ribatajadilla@gmail.com
Hitos de la Comarca
- Castillo de Pajaroncillo
- Castro celtíbero de Ribatajadilla
- Las pinturas rupestres de Villar del Humo
- Beteta
- Cañete
- Carboneras de Guadazaón
- Cardenete
- Moya
- Espacios naturales protegidos y su fauna
Más información
Para saber más acerca de este proyecto:
www.territorioiberkeltia.com
http://aula.territorioiberkeltia.com/
www.educaline.com
Acceda a la Guía de servicios (Celtiberia III)
Para ver el contenido de la revista en PDF visite Destino Rural Nº 7
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