Pollença es una ciudad con encanto, con una espectacular arquitectura tradicional: fachadas de piedra, arcos y ventanas antiguas se suceden en sus calles.
Pollença, el Port de Pollença, la Cala Sant Vicenç y Formentor, los núcleos de este municipios, constituye una de las zonas más hermosas de Mallorca. La primera parada de esta ruta será el Claustro de Santo Domingo, de estilo barroco iniciado por los dominicos en el año 1558, sede del Museo de Pollença. Justo enfrente encontraremos los Jardines de Joan March. En el interior de los jardines se conserva aún una torre medieval de una antigua casa señorial. A pocos metros se encuentra la Plaza Mayor, centro neurálgico del municipio, en la que se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles. El altar mayor está dedicado a la Virgen María, patrona de la villa. Siguiendo la ruta por el casco antiguo pasaremos por la Plaza Vella y la Plaza dels Seglars, donde divisaremos la escalinata del Calvario, de 365 escalones, escena del solemne Devallament durante el Viernes Santo. En la cima del monte se divisa una espléndida panorámica del municipio. Descendiendo por la calle de les Creus, llegaremos al Puente Romano, utilizado para cruzar el torrente de Sant Jordi, que da nombre al oratorio cercano (XVI). Seguiremos por la calle de Costa i Llobera, hasta la Plaça de l’Almoina, escenario del inicio del simulacro dels Moros i Cristians, cada 2 de agosto.
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