2010-12-15  Autor: Begoña Romero

La Alpujarra almeriense, deja huella

La Alpujarra almeriense está compuesta por 31 municipios que se extienden por Sierra de Gádor y Sierra Nevada. En el centro, el valle de Andarax es el eje que articula este territorio, extenso, diverso, evocador, ejemplo del paisaje mediterráneo de montaña.

Huella del agua

Territorio mediterráneo constituido por una potente naturaleza y por la acción milenaria del hombre, que ha dejado su huella en el paisaje. La Alpujarra almeriense nos invita a dejar la huella en una aventura de conocimiento y disfrute del territorio, a través de la huella del agua, de la huella de la minería, de la huella de la ladera y de la huella de los aromas.

Aromas de un territorio auténtico, de un espacio donde la cultura rural tradicional convive con las nuevas iniciativas en torno a productos agroalimentarios y turísticos de calidad.

La huella del agua se refiere al conjunto de intervenciones sobre los paisajes y las costumbres relacionadas con la utilización del agua en la comarca.

Las condiciones geográficas de esta comarca de clima mediterráneo, se caracteriza por sus veranos secos y calurosos, con una ausencia persistente de lluvias.

Para paliar esta falta de agua se ha construido todo un sistema de acequias que han generado su propio ecosistema con unas condiciones especiales para la supervivencia de la flora y la fauna de las inmediaciones del cauce.

Acequias

La huella del agua se encuentra patente especialmente en las acequias. Cada acequia cuenta con su propia red de distribución: acequias cabeza (o recolectoras), acequias madre (que avanzan el caudal), acequias ramal (que llevan el caudal lejos del cauce principal), caederos (que desvían el agua haciéndola caer por la pendiente mediante un emparrillado de surcos con forma de rectángulo inclinado), albercas (para almacenar o regular el agua), cascadas de albercas (en las zonas donde las afloraciones de agua son difusas), y en el extremo último de la red se encuentran los bancales agrupados en torno a los cortijos y eras.

Las acequias se adaptan perfectamente al medio natural al estar excavadas en el mismo terreno y ser reforzadas con piedras.

La construcción, mantenimiento y funcionamiento de las acequias lo hacen los propios vecinos y con materiales del entorno configurándose como un sistema eficaz, de gran autonomía y optimización de los recursos locales.

Para descargar el PDF completo haga clic en Destino Rural Nº 3 .

También pueden visitar para más información:

Junta de Andalucía y Diputación de Almería

Reportaje fotográfico:

© Plan Turístico de Alpujarra Almeriense

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