Chinchón, un reducto de tranquilidad en el sureste de Madrid
2012-07-06
Autor: RV Edipress
Un destino que propone numerosas posibilidades para una escapada o para una estancia de varios días descubriendo los rincones más bellos de este enclave único.
Lugares históricos con gran carga cultural, la gastronomía de matanza más deliciosa, festividades pintorescas que ya son de interés nacional, eventos para todos los públicos, alojamientos con encanto en parajes idílicos, artesanía, su afamado anís… Eso es Chinchón. Y lo mejor de todo es que solo está a 47 kilómetros del gran núcleo urbano de Madrid. Un destino sorprendente para todo viajero que se acerca a la capital gracias a su vida y a su ambiente cercano los 365 días del año.
Majestuosa Plaza Mayor Chinchón, pueblo localizado dentro de los límites entre la Comunidad de Madrid y Castilla La Mancha, de marcada personalidad, que le hace especial para todo aquel que la visita, conserva su peculiar singularidad enclavado en medio de la vega de Tajuña, con sus paisajes pardos, grises y ocres. Racimos de casas agrupadas en torno a su majestuosa Plaza Mayor, denominada como la cuarta maravilla material de Madrid, que conforman las callejas llenas de vida del casco antiguo y que merece la pena descubrir. Lo primero que destaca de Chinchón nada más llegar es su evocación a imágenes de otros siglos: balconadas de madera, angostas callejuelas, típicos soportales, iglesias, conventos, emitas y un castillo abanderan un casco urbano hoy en día declarado Conjunto Histórico-Artístico. Un ambiente medieval que envuelve al visitante desde el principio, y que no le abandona en ningún momento. Una visita obligada, y quizá la más conocida, es la Plaza Mayor. Catalogada como una de las más pintorescas del mundo, era el lugar donde se realizaban las ferias de ganado allá por 1499. Hoy en día, es el núcleo principal de la localidad y donde está situado el Ayuntamiento de Chinchón. En su conjunto, la plaza está soportalada y cerrada por construcciones de tres plantas y balcones de madera denominados ‘claros’. Se suele utilizar como corral de comedias, juego de cañas, autos sacramentales y celebraciones taurinas. Monasterios y torres Pero no solo de su Plaza Mayor vive Chinchón. Otros edificios y lugares emblemáticos salpican sus calles y plazas. El Monasterio de los Agustinos, hoy en día Parador de Turismo, fue fundado por los Condes de Chinchón en el siglo XVII. Durante un tiempo albergó al gran archiduque Carlos, y pasó a ser primero juzgado para más tarde albergar a los frailes Agustinos. Anexa al monasterio y al parador se encuentra la ermita de Nuestra Señora del Rosario. Además, en la colina que corona la ciudad de Chinchón también se pueden encontrar varios reclamos turísticos de especial interés. Primero, las vistas. Desde las cercanías de la Torre del Reloj y de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción se pueden vislumbrar las mejores vistas del casco urbano de la localidad así como la vega que riega las tierras de Chinchón. Y como hemos dicho antes, en esta colina también se encuentran las coloquialmente llamadas torre sin iglesia e iglesia sin torre. La primera, la Torre del Reloj, pertenecía a la extinta iglesia de Nuestra Señora de Gracia, la más antigua de la ciudad pues se tiene constancia de ella ya en el siglo XIV. Fue destruída durante la Guerra de la Independencia salvándose únicamente la torre. La segunda es la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que data del siglo XVI aunque no se terminaron las obras de construcción hasta el XVII. Mezcla de estilos Gótico, Plateresco, Renacentista y Barroco, es conocida, sobre todo, por el lienzo de Francisco de Goya que alberga en su interior, la ‘Asunción de la Virgen’, situado en el centro del Altar Mayor. Y así, muchos otros rincones arquitectónicos de especial interés para el visitante ávido de historia. El teatro Lope de Vega, construido en 1891, destaca por un fantástico lienzo con vistas, alegorías de la ciudad, que hace las veces de telón y que es obra del genial Luís Muriel, el pintor de cámara de Alfonso XIII. El Castillo de los Condes, hoy propiedad privada, el convento de las M.M. Clarisas, la Casa de la Cadena, el Castillo Casasola o la Ermita Romántica de San Antón son solo ejemplos de la riqueza patrimonial de Chinchón. Gastronomía y festividades, dos actividades de culto en Chinchón
Si por algo es conocido Chinchón es por su oferta gastronómica. La cocina tradicional castellana domina las cartas de todos sus restaurantes. Cordero, cochinillo y cabrito asados se combinan con productos de matanza, sopas de ajo -elaborados con los famosos ajos de la vega- judías chinchoneras o potajes de Vigilia. Además, los postres y dulces también tienen cabida en los hornos de la localidad, en especial el hornazo, las pelotas de fraile, los repápalos, las tetas de novicia y las pastas de anís. El anís, ese producto tan célebre de Chinchón. Elaborado en la propia alcoholera de la localidad, consta de tres tipos: el dulce, de 35º, el seco, entre 40º y 50º, y el seco especial, de 74º. Avalados por la Denominación Geográfica de Chinchón es, junto al vino, uno de los principales reclamos para los viajeros que se acercan a la ciudad. Como hemos dicho, el otro es el vino. Realizados a partir de uva garnacha, los caldos de Chinchón pertenecen a la Denominación de Origen ‘Vinos de Madrid’, impulsando un producto que estaba desaprovechado. Cabe destacar las bodegas subterráneas que pueden localizarse en diferentes puntos de la ciudad, tales como la Cueva del Murciélago o la Cueva del Vino, establecimientos donde también se puede degustar un buen chorizo de la región o cualquier otro plato típico. Fiestas y ferias Otro aliciente para todos los interesados que se acercan a Chinchón en fechas puntuales son sus festividades, en especial las fiestas de Semana Santa y las Fiestas Patronales en honor a la Virgen de Gracia y San Roque. En las primeras, destaca la representación viviente de la Pasión de Cristo, una de las más famosas y antiguas de la Comunidad de Madrid, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Tiene lugar el Sábado Santo al anochecer y recoge la tradición de los famosos autos sacramentales que se representaban tradicionalmente durante el siglo XVII. Representada por más de 250 vecinos, el cúlmen llega cuando se eleva la cruz de Cristo desde la Plaza Mayor hasta la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Por otro lado, las Fiestas Patronales en honor a la Virgen de Gracia y San Roque se celebran del 12 al 18 de Agosto, donde los encierros, toros, verbenas, actos religiosos y muchas más actividades se realizan en toda la localidad en la semana grande de la misma. Pasión, cultura, paz, tranquilidad, desahogo, gastronomía, familia, religión e historia se mezclan a tan solo media hora de Madrid.
|