Aventura, misterio y cultura en las Montañas de la Costa Dorada
2012-03-08
La Semana Santa es una ocasión idónea para descubrir los paisajes, pueblos, monumentos y leyendas de esta zona montañosa cercana al mar.
Descubrir la leyenda del Dips a través de una misteriosa ruta en Pratdip, acercarse en una excursión en familia a la Font de la Llúdriga, que nunca se seca, en Capafonts, o trasladarse al tiempo de monjes y nobles al Castillo-Monasterio de Sant Miquel d’Escornalbou, son algunas de las experiencias para disfrutar de las montañas más cercanas al mar en la Costa Daurada.
El conjunto de pueblos de interior conocidos como Montañas de la Costa Dorada son la opción más acertada para disfrutar de una estancia de Semana Santa en contacto con la naturaleza y con la cultura más rural, a partir de la red de Centros de Interpretación de Prades y Pratdip, y del descubrimiento de paisajes insólitos.
Además, un sistema de información turística a través de dispositivo móvil permite la descarga de audioguias en formato mp3 y Itunes, y el acceso a la información del territorio mediante Wifi, Bluetooth y sms. Todo el contenido está disponible en catalán, castellano, inglés y francés.
Cultura y magia
Las Montañas de la Costa Dorada esconden desde pintorescas ermitas rodeadas de naturaleza hasta un imponente monasterio cargado de historia. El Castillo-monasterio de Sant Miquel d’Escornalbou, originario del siglo XII, permite visitas guiadas para grandes y pequeños a su iglesia románica, sala capitular, restos del claustro y varios aposentos señoriales. Además, ofrece unas vistas espectaculares del mar y de la sierra.
Entre los recursos más mágicos encontramos el pueblo deshabitado de La Mussara, a 990 metros de altura y con unas panorámicas impresionantes. Cerca de Vilaplana, sólo se mantienen de pie las paredes del campanario de la iglesia de Sant Salvador. Y como elemento cargado de misterio y mitología pensado para niños y no tan niños es imprescindible acercarse hasta Pratdip y descubrir la Leyenda de los Dips, unos animales mitad perro mitad vampiro que chupaban la sangre del ganado. A partir de una ruta de esculturas de dips, los más pequeños podrán participar en una divertida gincana por las calles del pueblo donde tendrán que localizar los Dips escondidos en los lugares más emblemáticos.
Naturaleza y aventuras
La naturaleza es una de las grandes protagonistas de este territorio de interior que invita a disfrutar de excursiones a pie o en BTT a parajes y entornos privilegiados.
Entre las múltiples propuestas de montaña, una caminata por el sendero de gran recorrido GR-171, cerca de Prades, hasta el Tossal de la Baltassana para contemplar las magníficas vistas de la sierra, o acercarse hasta la Mola de Colldejou, situada entre las Sierras de l’Argentera y Llaberia, y la opción para los más atrevidos que prefieran la bicicleta de montaña.
Para los que quieren aventura, dirigirse hasta Capafonts y adentrarse en una bonita excursión a la grandiosa Cueva de les Gralles y remojarse en la Font de la Llúdriga, que nunca se seca. Para aquellos que todavía no tengan fuerzas para finalizar las jornadas al aire libre y en contacto con la naturaleza, no perderse la experiencia de cruzar els avencs de la Febró (simas de La Febró), de 6 metros de ancho y 30 de profundidad, y llegar hasta els Gorgs, una piscina natural de agua fresca perfecta para el baño en épocas de calor.
Montañas de la Costa Dorada
Las diferentes incursiones en el turismo cultural, tanto en el activo como en el de naturaleza cercana de la Costa Dorada, se promueven a través de la marca turística de reciente creación Montañas de la Costa Dorada, impulsada por el Consell Comarcal del Baix Camp. El objetivo de este sello turístico de calidad es dar a conocer la gran cantidad y diversidad de recursos turísticos de los municipios de montaña cercanos a la costa.
La nueva marca turística basa su atractivo en una oferta vinculada a la esencia y la tradición del mundo rural, con un paisaje geográfico y cultural muy diferente al del litoral, pero a su vez, situado a pocos kilómetros de distancia de playas tan concurridas como las de Cambrils, Salou o Miami Playa, y de ciudades tan dinámicas como Reus o Tarragona.