El agua en todas sus manifestaciones geológicas se ha convertido en un gran atractivo turístico, ya que Andalucía dispone de uno de los patrimonios naturales de humedales y riberas más extensos y mejor conservados de España.
Más del 3 por ciento del territorio andaluz lo ocupan masas de agua dulce y zonas húmedas en forma de lagunas, ríos, embalses y balsas, definiendo un paisaje en el que el agua ha conformado impresionantes paisajes y generado cultura y tradiciones.