Experimente en primera persona el carácter popular y auténtico de las celebraciones de la comarca. Reviva batallas, ahuyenta los malos espíritus o festeja la vendimia en una tierra plagada de ritos seculares en la que el viajero se sentirá como en casa. No deje de conocer las fiestas y tradiciones milenarias de esta tierra, la rica gastronomía extremeña, generosa como pocas con los mejores frutos de la tierra; y, cómo no, la hospitalidad y el carácter de sus gentes.