Yemen: Patrimonio de la Humanidad
Cuatro son los tesoros artísticos de Yemen que la UNESCO incluye en la lista de Patrimonio de la Humanidad para preservar ciudades históricas y emblemáticas y un paraíso de la biodiversidad en el Océano Índico. Este reconocimiento supone un atractivo más para disfrutar de la historia y las costumbres de uno de los países más desconocidos del mundo, con paisajes y cultura únicos.
Antigua ciudad amurallada de Shibam
Shibam se encuentra en el itinerario de las caravanas de la antigua Ruta del Incienso. Erigida en el valle de Hadramaut, la ciudad con los rascacielos más antiguos del mundo, la Manhattan del desierto, entró en 1982 en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Hay constancia de su existencia en el siglo III, dos milenios antes de que Nueva York comenzara a dibujar su 'skyline'. Por aquel entonces, los rascacielos yemeníes ya desafiaban la ley de la gravedad.
La ciudad, dotada de una muralla, cuenta con medio millar de rascacielos construidos con ladrillos de barro, la mayoría de ellos del siglo XVI. Celosías y puertas de madera, algunas muy antiguas (s. XII), adornan estas fachadas con alturas de cinco a nueve pisos, mezclándose con cinco mezquitas que vigilan la historia de la ciudad desde hace centenas de años.
Ciudad Vieja de Sana’a
Sana'a está situada a 2.300 metros de altitud, en un importante eje de comunicaciones que atraviesa las montañas de Yemen.
La ciudadela de Sana'a, al-Qasr, fue erigida sobre un sitio sabeo. El Palacio de Gumdan, actualmente la nueva residencia real, se construyó en el siglo III.
Ya en el año 628, el Islam penetra en el sur de la Península Arábiga y Sana'a se convierte en uno de sus principales centros de referencia. La Gran Mezquita de Sana'a se construye en el año 630, junto al Palacio de Gumdan.
Los muros de la ciudad delimitan un espacio sagrado y al mismo tiempo protegido. La piedra, el ladrillo, el barro, el alabastro y las vidrieras se comportan como un caleidoscopio de colores y texturas. Las casas-torre, con sus bellas fachadas ricamente decoradas sobresalen entre minaretes y cúpulas, sólo en el recinto de la llamada “Ciudad Vieja” hay catalogados cientos de edificios de adobe que llegan a alcanzar los treinta metros de altura.
Un rico patrimonio merecedor en 1986 de ser incluido por la UNESCO en su preciada lista.
Ciudad histórica de Zabid
La arquitectura militar y religiosa, así como su trazado urbano, le confieren un valor excepcional en el plano arqueológico e histórico. Zabid no sólo fue la capital de Yemen entre los siglos XIII y XV, sino que además tuvo una gran importancia en el mundo árabe y musulmán durante siglos debido a su reputada universidad islámica. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1993.
Situada a 30 Km. del Mar Rojo y a cien de Hodeida, en la histórica ruta terrestre que enlazaba la India con La Meca, la ciudad está rodeada por una muralla de azulejos con numerosas puertas de entrada e imponentes torres que datan del siglo VII.
La ciudadela, la Gran Mezquita Al-Iskander del S. XIII y la Mezquita de Asaír constituyen los principales atractivos de este paisaje urbano.
En sus días de esplendor, S. XIV, contaba con 230 mezquitas, llegando hasta nuestros días 86 mezquitas y madrazas, por eso es conocida como la “Oxford de Arabia”.
Archipiélago de Socotra
Socotra es un auténtico tesoro de biodiversidad por lo que se ha ganado el sobrenombre de las “Galápagos del Océano Índico”.
Situado cerca del golfo de Adén, este archipiélago compuesto por cuatro islas y dos islotes rocosos se halla a 250 Km. de la costa africana y parece prolongar el llamado “Cuerno de África”.
El sitio es excepcional por la gran riqueza y diversidad de su flora y fauna, así como por el elevado índice de endemismo de éstas, hecho que llevó a la UNESCO en 2008 declararlo Patrimonio de la Humanidad.
Las cifras lo confirman, el 37% de sus 825 especies de plantas, el 90% de los reptiles y el 95% de los caracoles terrestres no se dan en ninguna otra parte del mundo. De las 192 variedades de pájaros existentes, 44 son oriundas de las islas y 85 son especies migratorias regulares, algunas de ellas se encuentran en peligro de extinción. La biodiversidad marina del sitio es también considerable, ya que cuenta con 253 especies de corales, 730 especies de peces y 300 variedades de langostas, cangrejos y camarones.
Los espacios protegidos en el archipiélago abarcan alrededor del 75% de la superficie terrestre total. Un auténtico paraíso marino.
Tarim, la ciudad de las mezquitas, fue capital cultural islámica en 2010
Tarim tuvo su reinado como Capital Cultural Islámica hasta febrero de 2011. La ciudad de las mezquitas fue durante esos meses el centro de la cultura islámica y lo festejó con todo tipo de actividades y programas educativos. Entre ellos, exposiciones de artesanía, fotografía y moda. Uno de los eventos más destacados fue Ba Kathir, un festival de noches culturales y poesía popular que bien podría evocar Las mil y una noches. Las actividades también incluyeron seminarios impartidos por personalidades yemeníes, así como las semanas culturales de Malasia, Turquía y Túnez.
Tarim, tierra de académicos y capital de reyes
Tarim es la perla de Hadramount, la encantadora novia del desierto, reconocida internacionalmente como la ciudad de las mezquitas y la ciencia.
Historiadores árabes confirman que la ciudad fue construida en el s. IV a.C. y pertenecía al Reino de Saba. El historiador Awadh Ba Wazir sostiene la idea de que la ciudad tomó el nombre en honor a uno de los hijos de la mítica reina de Saba.
Hubo un tiempo en que Tarim logró un papel político y administrativo muy importante como capital y fortaleza de Hadramount Alwien, los descendientes de Ali Ibn Abe Taleb, el primer sucesor legítimo del Santo Profeta, la única persona que tiene el honor de haber nacido en la Sagrada Santa Kaaba en La Meca.
Además, la tumba del Profeta Hood se encuentra cerca de la ciudad de Tarim, convirtiéndose en un popular santuario y lugar turístico.
Capital religiosa, antiguas y modernas Mezquitas de Tarim
Tarim se ha mantenido como centro cultural y de estudios islámicos desde hace muchos siglos, destino soñado para estudiantes de todo el mundo que ha logrado evitar la ola de modernidad que ha invadido a otras ciudades islámicas.
El gran número de sabios y mezquitas encontradas en la ciudad ha hecho destacar la fama y honor de Tarim. Se estima que unas 360 mezquitas se encontraban a lo largo de la ciudad en su momento más glorioso.
Una de las mezquitas más distinguidas en tiempos antiguos, era la Mezquita al-Botiha.
Al- Wasl, referente para muchos devotos musulmanes, es considerada por arqueólogos e historiadores como la mezquita más antigua de la zona, fue construida por el hijo del ayudante del profeta, durante el primer siglo después del Hijri. Unas 153 mezquitas del antiguo Tarim recuerdan que la ciudad ha preservado su carácter, su identidad y su papel cultural y religioso.
Minarete Al- Mihdar
La Mezquita Al- Mihdar es la más famosa de todas las mezquitas modernas de Tarim, su rasgo característico es el gran minarete, recientemente considerado como el minarete más alto del mundo construido en barro y madera, unos 54 metros de altura sin contar con la estructura de la mezquita.
Las grandes bibliotecas de Tarim
Tarim es también famosa por las numerosas bibliotecas llenas de miles de volúmenes y excepcionales manuscritos. La biblioteca cultural y científica más grande es Al-Ahgaf que contiene más de 5300 manuscritos la mayoría de ellos de ciencia, filosofía, teología y otras ramas del conocimiento.
Esta ciudad yemení ha dado multitud de religiosos, académicos y científicos a lo largo de su historia.
Esta biblioteca recibe su nombre por el valle de Hadramount, también conocido como Al-Ahgaf. Se fundó en los años 70 tras unirse distintas bibliotecas privadas de familias distinguidas de Tarim.
Progreso temprano
En el s. XIV las migraciones masivas a Singapur, Indonesia e India fueron el mayor impacto en el desarrollo urbano de Tarim. Una abundante riqueza circulaba gracias al comercio con la lejana comunidad que formaba la diáspora yemení.
Este ir y venir supuso la aparición de mansiones y palacios con un estilo arquitectónico propio que es el orgullo de la ciudad. Las casas de Tarim contienen tres o cuatro pisos, caracterizados por grandes áreas de decoración con formas geométricas circulares. A este carácter arquitectónico hay que añadir la belleza y peculiaridad de sus parajes como Aided, Wadi Damon y Gatbah, tres de los más visitados.