Entre libros y castillos (Valladolid)
Si algo caracteriza a esta zona de España son sus castillos. Valladolid es una de las provincias que cuenta con mayor número de fortificaciones, un total de 20.
Y entre todas ellas destaca majestuosa la de Montealegre, en plenos Montes Torozos. Con unos 150 habitantes, esta villa fue la primera en ser declarada Conjunto Histórico Artístico de Valladolid en los años 70, en la línea de desarrollar la zona de Montes Torozos llevada a cabo por Cabestany bajo el gobierno franquista.
Edificada entre los siglos XIV y XV (algunos la datan del siglo XII), la fortaleza tenía un carácter militar y de limitación del territorio, formando parte de una línea de fortificaciones del antiguo Reino de León. Ya desde 1219 gozaba de fuero gracias a la Orden Militar de Santiago
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De imponentes muros y con una característica torre del homenaje pentagonal, está influenciado por la Orden Cisterciense establecida en la villa. Desde que fuera entregado a Alfonso de Meneses en el siglo XIII, ha estado controlado por Juan Alonso de Alburquerque y por Martín Guzmán, primer Marqués de Montealegre, en 1616, y cuyo escudo puede verse en la entrada. La necesidad de piedra para construir el ferrocarril hace que pierda gran parte de sus torres hasta que, a mediados del siglo XX, es comprado por el SENPA para almacenar cereal.
La siguiente parada importante en nuestro recorrido es Villagarcía de Campos, situada entre la Tierra de Campos y los Montes Torozos, y que alberga el conocido “Escorial de Campos” en su Colegiata de San Luis. En efecto, construida en el siglo XVI por Magdalena de Ulloa y regentada actualmente por los jesuitas, tanto el museo como toda la zona eclesiástica poseen una importante riqueza artística, incluyendo el retablo del altar mayor, obra de Juan de Herrera e idéntico al que se encuentra en El Escorial.
De estilo renacentista herreriano, posee además un Relicario donde existen restos óseos de algunas vírgenes, una capilla del Noviciado y una Cripta en la que descansan los restos de Don Luis Quijada y Doña Magdalena, y entre sus muros se educó Jeromín de Austria, hijo de Carlos V y futuro Don Juan de Austria.
Posiblemente lo más llamativo de esta zona oeste de Valladolid sea Urueña, única Villa del Libro de España, aunque de camino a la población es indispensable hacer un alto para admirar la única iglesia mozárabe de esta provincia. Situada en San Cebrián de Mazote, posee los arcos tipo califal y capiteles de mármol de estilo corintio, entre los que se esconde alguno de estilo visigodo. Las columnas, por su parte, fueron reaprovechadas de otras construcciones, de ahí sus diferentes colores que generan toda una gama a lo largo de la nave principal.
El techo está adornado con leones y castillos, símbolos de la zona, y entre sus obras más características se puede ver una Asunción embarazada. El motivo por el que una iglesia de estas características se encuentra tan al norte de España no es otra que la labor de unos monjes cordobeses que se instalaron en Mazote y la levantaron en honor a San Cipriano.
La población de Urueña, con 200 habitantes aproximadamente, puede presumir de ser única en España. Con 12 librerías y establecimientos dedicados exclusivamente al mundo del libro, su oferta cultural se completa con un museo dedicado a uno de los inventos más importantes de la historia donde se pueden realizar talleres de caligrafía y recorrer la evolución de la escritura, no sólo del libro, desde las culturas más antiguas hasta las técnicas más modernas. Fundado como Centro e-LEA, tras la muerte de Miguel Delibes pasó a llevar su nombre.
Este proyecto se enmarca en otro europeo que ya posee años de experiencia y que busca conseguir una dinamización cultural, económica y turística a través de la recuperación de espacios públicos que se relacionen con la literatura. Ciudades como Hay-on-way, Montolieu, Redu o Montereggio son algunas de las villas del libro europeas.
La literatura puede palparse en el ambiente de Urueña. Con una puesta de sol sobre Tierra de Campos realmente sorprendente que puede verse desde las imponentes murallas de 300 metros e los siglos XII y XIII que protegen la villa, las paredes de sus librerías y centros especializados están adornadas con fragmentos de la literatura española que hacen referencia a la especialización de la tienda. Sin ir más lejos, la librería enoteca “Museo del Vino” posee en su frontal una cita de Lazarillo de Tormes.
Libros viejos, raros, descatalogados... es difícil no encontrar aquí algún ejemplar de prácticamente cualquier tema: caligrafía, naturaleza, tradiciones, cine, historia, teatro y poesía, cuentos.
Pero junto a este carácter literario está su historia y su apuesta por la cultura. Con casas de piedra y de adobe repartidas, destaca la conocida como “Casona de la Mayorazga” del siglo XVIII, actual sede del Museo Etnográfico Joaquín Díaz, que recoge el folclore y la etnografía de España.