Bocas del Toro, el Caribe panameño más apacible
2012-02-29
El archipiélago es uno de los lugares más emblemáticos de la zona, ideal para degustar platos típicos o practicar deportes como el surf.
Al oeste de Panamá, en la costa Caribe, se encuentra uno de los lugares más emblemáticos del Caribe panameño: Bocas del Toro, un archipiélago paradisíaco de playas de arenas blancas y aguas cristalinas, donde parece que el tiempo se ha detenido. De enero a abril, durante la estación seca, y coincidiendo con la Semana Santa, es un buen momento para visitar la zona. A Bocas del Toro se puede llegar tanto en avión como en transporte terrestre y desde Isla Colón, la más grande del archipiélago, y en lancha se puede acceder a los diversos enclaves.
La capital del archipiélago en Bocas, es Isla Colón; una pequeña población caracterizada por su colorida arquitectura de casas de madera, amplios porches, balcones y palafitos levantados sobre el mar. Además de su naturaleza virgen, la tranquilidad y una atmósfera cautivadora de multiculturalidad impregnan cada metro cuadrado de este paraíso poblado por caribeños que migraron a la zona atraídos por las plantaciones bananeras tras trabajar en el Ferrocarril y en el Canal de Panamá.
Aguas turquesas repletas de estrellas de mar, 200 especies de peces tropicales, la cocina “estilo bocatoreño” y el surf en playas inexploradas, son sólo algunas de las opciones que ofrece este lugar a los viajeros de todas las edades y para todos los bolsillos que encontrarán por todo el archipiélago establecimientos donde alojarse.
¿Qué visitar en Bocas del Toro?
- Parque Nacional Marino Isla Bastimentos: más de 200 especies de peces tropicales.
El Primer Parque Marino de Panamá (1988), que ocupa un poco más de 13.000 hectáreas de tierra y mar, tiene como objetivo la conservación de arrecifes, manglares, playas de anidamiento de tortugas y lagunas, que lo convierten en una de los pocas áreas protegidas de América Latina que preserva ecosistemas tan importantes. Su remota ubicación lo hace un refugio ideal para especies en extinción y para otras tan singulares como las tortugas de agua dulce, la rana roja, autóctona de este archipiélago, o los cocodrilos. - Delicias bocatoreñas: Comer en un palafito.
Repartidos por la costa y en enclaves espectaculares se encuentran apacibles restaurantes de estilo antillano donde el pescado, los camarones o la langosta, aliñados con especias caribeñas, son los principales platos del menú y a precios muy accesibles. Se trata de palafitos donde degustar recetas típicamente bocatoreñas mientras se disfruta de un ambiente caribeño. - Una parada en Isla Zapatilla.
Son dos islotes vírgenes, pertenecientes al Parque Marino de Bastimentos, que representan la viva imagen de un paraíso tropical: playas con aguas de color turquesa con arenas blancas y donde se puede disfrutar del esnorquel y de sus fondos marinos. - Solo para surfistas: Playa Bluff.
En el extremo norte de Isla Colón se encuentra esta amplia playa de arena dorada y muy popular entre los surfistas a apenas 30 minutos en coche desde el muelle de Isla Colón. De oleaje medio, cuenta con una gran variedad de vida silvestre en sus alrededores y es un sitio espectacular para ver un buen atardecer.