Greenpeace muestra los posibles efectos extremos del cambio climático
La empresa presentó el informe "España: hacia un clima extremo. Riesgos de no frenar el cambio climático y la destrucción del Ártico" en el que se analiza la importancia mundial que tiene el Ártico y cómo su desaparición agrava las consecuencias del cambio climático con posibles efectos extremos en España. Para visualizar este riesgo, la organización ha llevado a cabo unas simulaciones fotográficas de cuatro puntos icónicos de la geografía española: Marbella; Benidorm; Donosti y un viñedo del nordeste peninsular.
La organización ha querido hacer coincidir la presentación de su informe con el Día de la Tierra puesto que la lucha contra el cambio climático y la preservación del Ártico es una de las batallas medioambientales más importantes para todo el planeta. Y denuncia la amenaza mundial que supone la extracción de hidrocarburos en aguas profundas, tanto en el Ártico como en Canarias y Baleares. Ahora, la urgencia por proteger "la última frontera" es mayor que nunca puesto que la carrera por la destrucción del Ártico ya ha comenzado. Rusia se convirtió en el primer país en suministrar petróleo del Ártico. Se extrajeron 70.00 toneladas en alta mar, provenientes de la plataforma Prirazlomnaya (donde 28 activistas de Greenpeace y dos periodistas independientes fueron detenidos ilegalmente a finales del año pasado).
En el otro extremo, Greenpeace destaca que, tras casi tres años de campaña, Finlandia ha sido el primer país de la región ártica en reclamar un santuario para la zona. A su vez, hace tan solo un mes, el Parlamento europeo aprobó una Resolución en esta misma línea de protección. Además, tras los intensos temporales de este invierno, los presidentes de EE. UU y Reino Unido han señalado al cambio climático como el origen de estos problemas. Sin embargo, la Administración española permanece sin expresar qué futuro quiere para el Ártico mientras participa como observador en los foros donde se debate su futuro.
"El Ministerio de Exteriores y el de Medio Ambiente tienen mucho que decir sobre el Ártico y el cambio climático. España tiene estatus de observador en el Consejo Ártico, el foro político donde se reparte el pastel ártico. Es el momento de pedirle a la Administración española un posicionamiento sobre el futuro de esta región, si va de la mano de Finlandia o la Unión Europea, o si se alía con países como Rusia", ha declarado Mario Rodríguez, director de Greenpeace.
Simulaciones fotográficas y riesgos en España
Para evidenciar los posibles efectos que el cambio climático y el deshielo del Ártico podrían tener en España, Greenpeace ha simulado en cuatro imágenes fotográficas cómo el aumento de las temperaturas, la subida del nivel del mar o las supertormentas afectarían a importantes sectores socioeconómicos, como el del vino o el turismo.
La galería de imágenes que presenta Greenpeace, elaborada por los fotógrafos Pedro Armestre y Mario Gómez, es una prospección de futuro "ficcionada" de cómo podrían verse afectados cuatro puntos icónicos (Marbella, Benidorm, Donosti y un viñedo del nordeste peninsular) si no se frena el cambio climático y el Ártico desaparece.Además de los cambios climáticos y su comportamiento extremo, una costa muy urbanizada será un factor a tener en cuenta en un futuro cercano.
Además advierte de la aparición de nuevos escenarios de riesgo por la subida de las temperaturas y los cambios en la humedad como la aparición de enfermedades infecciosas debido a la ampliación de la zona geográfica donde habitan insectos como el mosquito tigre, que puede ser vector de enfermedades como el dengue o la fiebre amarilla.
Las nuevas condiciones meteorológicas también aumentan el riesgo de incendios por el aumento de la temperaturas máximas y la disminución de la precipitación, lo que intensifica los riesgos humanos por la exposición al fuego.
España es además uno de los países de Europa que se enfrenta a los costes más altos por la subida del nivel del mar, incrementándose el riesgo de vivir en la costa y la necesidad de reforzar las defensas costeras. Estas simulaciones pretenden ser una alerta para que el Gobierno de Rajoy se posicione a favor de la protección del Ártico.
Según los datos analizados por la organización ecologista, los cambios del Ártico están yendo más rápido de lo que pronosticaba en 2007 el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). En superficie se pierde casi un 14% por década, además en los últimos 12 años, se han batido cuatro nuevos récord de mínima extensión de hielo ártico (2002, 2005, 2007 y 2012), tanto que entre 2004 y 2008 se perdieron 1,54 millones de kilómetros cuadrados de superficie de mar helado en el Ártico, es decir, una tres veces el tamaño de España. La urgencia por frenar el cambio climático se refleja en el Ártico, que se calienta más rápido que otros rincones del planeta y que lleva a que los últimos siete veranos con la mínima extensión de hielo marino han tenido lugar en los últimos siete años.
En todo el mundo, 2013 ha sido el sexto año más cálido desde 1850. Y según el reciente informe del IPCC presentado en septiembre de 2013, concluía que las temperaturas máximas en España subirán entre 5 y 8 ºC a lo largo de este siglo. Estos cambios en el clima tendrán consecuencias negativas en diversos sectores socio económicos, como el turismo y situaciones de riesgo.
"Las tormentas del pasado invierno en nuestro país, con paseos marítimos destrozados y superolas de 20 metros, son cada vez más frecuentes y señalan la importancia del Ártico, a pesar de estar a 5.000 kilómetros de distancia", ha declarado Pilar Marcos, responsable de la campaña de Ártico. "Greenpeace ha recreado fotográficamente estas escenas. Visualizan los peores pronósticos de la comunidad científica para España y, de momento, son solamente ficción. Creemos que son fotografías que no deberían llegar a poder hacerse y por eso pedimos acción política. Los peores efectos del deshielo del Ártico y del cambio climático aún pueden evitarse", subraya Marcos.
Este informe forma parte de la campaña "Salvar el Ártico es salvar mucho más" que inicia su tercer año de andadura el España. En tres años ha recogido 220.000 firmas de apoyo en España y cinco millones en todo el mundo por la protección de este frágil ecosistema. Con el objetivo de multiplicar las firmas en 2014 y aumentar el apoyo de la ciudadanía española esta semana se lanza la nueva etapa de la campaña.