2014-01-13  Autor: Open Comunicación

La Ruta del Vino de Rueda ya es una realidad

La Asociación de la Ruta del Vino de Rueda, presidida por Carlos Moro, y las empresas adheridas a la misma, han superado la auditoría que ha realizado en los últimos días la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) y ha conseguido todos los certificados positivos necesarios. De este modo, la Ruta de Rueda inicia el último trámite con todos los pronósticos favorables, y podría estar certificada como Ruta del Vino de España a finales del mes de enero, cuando tenga lugar la próxima asamblea de ACEVIN.

Este último paso completa los trabajos realizados desde que en el mes de abril se constituyera la Asociación: pre-auditorías a las sesenta empresas y entidades de la Ruta, Plan de Acción, de Marketing, de Comunicación y de Aseguramiento de la Calidad. También se aportaron en su día el inventario de recursos de la Ruta, el calendario y las prioridades de trabajo y toda la documentación realizada hasta la fecha desde la Ruta. Igualmente se presentó el Manual de Señalización y documentación complementaria en relación con la señalética necesaria para la certificación y financiada por la Junta de Castilla y León, que se ha instalado en las distintas localidades de la Ruta.

Una ruta con historia

La Ruta del Vino de Rueda se ubica en pleno corazón de Castilla, circunscrita a la Denominación de Origen Rueda, extendiéndose a lo largo y ancho del margen izquierdo del río Duero. Abarca la provincia de Valladolid, colindando con Ávila y Segovia, y está integrada por 13 municipios que ofrecen una clara muestra de la riqueza turística e histórica de esta región vitivinícola por excelencia. Las condiciones climáticas y las características orográficas de sus suelos convierten a esta zona en privilegiada para el cultivo de la vid, especialmente la uva autóctona Verdejo, y confiere a sus vinos de una personalidad única con características inimitables.

Sus orígenes vitivinícolas se remontan al siglo XI y, desde entonces hasta hoy, el cuidado de la vid y la elaboración de vino han dotado a esta tierra de una cultura y tradición que se ve reflejada en todos los aspectos de su personalidad, desde sus gentes a sus manifestaciones artísticas, sin olvidar, por supuesto, la gastronomía, que adquiere un papel protagonista. Se trata de un viaje imprescindible para todos aquellos que deseen conocer nuevas sensaciones, siempre con el vino y su entorno como protagonistas.

La historia ha dejado un importante legado patrimonial en la Ruta del Vino de Rueda. Al paso se encuentran antiguos templos mudéjares, conventos y monasterios –que asesoran espléndidos bienes inmuebles– o los Castillos-Fortalezas como el Castillo de la Mota en Medina del Campo, que cuentan mil batallas libradas en campos de Castilla y la importancia político-económica de esta región en épocas anteriores, especialmente bajo la figura de Isabel La Católica.

La cocina de nuestras abuelas, elaborada con tanto mimo y cariño, llega hasta nuestros días con un aire renovado. La innovación se une a la tradición para sacar el máximo partido a unas materias primas de primera calidad. Es imprescindible probar el lechazo asado con Indicación Geográfica Protegida (IGP) o el cochinillo, ambos asados en horno de leña, las lentejas de La Armuñas y los garbanzos de Fuentesaúco o las setas y hongos que regala el otoño. También la selección de quesos elaborados a partir de leche de vaca, las cuajadas o el requesón, tan naturales como sabrosos.

Excelentes vinos

Pero claro, en una ruta basada en el vino, éste debe ser el protagonista. El paisaje castellano, caracterizado por sus verdes campos y pinares, se transforma en la Ruta del Vino de Rueda, cediendo protagonismo a los viñedos ligados a la Denominación de Origen Rueda. Tras años de trabajo por el cuidado y protección de la uva Verdejo, la DO Rueda toma forma como tal en 1980, siendo la primera Denominación de Origen de Castilla y León en recibir este reconocimiento. Desde entonces los vinos blancos de Rueda han obtenido una importante fama internacional, con un carácter único.

Tradicionalmente se han elaborado vinos jóvenes, diferenciados por su peculiar color amarillo verdoso y sus aromas y paladar fresco, afrutado y elegante. Sin embargo, en los últimos años, algunas bodegas han apostado por la Fermentación en Barrica –presentado caldos de gran calidad y amplias sensaciones– y los vinos espumosos. Aunque la variedad Verdejo es la autóctona, en la DO Rueda se pueden encontrar vinos blancos elaborados con otras variedades como el Sauvignon Blanc, Viura o Palomino Fino y, desde el año 2008, variedades que permiten elaborar vinos tintos y rosados.

Mucho por descubrir

La Ruta del Vino de Rueda engloba un total de 14 bodegas, entre las que hay bodegas tradicionales caracterizadas por sus galerías subterráneas, que se mantienen intactas desde la Edad Media, o bodegas modernas en primera línea de innovación y desarrollo, ofreciendo un recorrido por la cultura del vino desde la antigüedad hasta nuestros días.

En los comercios especializados, enotecas, hoteles y restaurantes se puede recibir un servicio impecable que mima y cuida al visitante. Como ideas, uno se puede relajar con un tratamiento de vinoterapia en un balneario o endulzar su estancia con la repostería de obradores y conventos. En la Ruta del Vino de Rueda se encuentran pueblos encantadores en los que disfrutar de un tranquilo paseo por sus calles, observando su arquitectura tradicional y experimentando la simpatía de sus gentes. También se puede seguir el Camino de la Reina Isabel La Católica y recorrer la huella de Juana La Loca.

Más información

Tel. +34 983 803 411
info@rutadelvinoderueda.com
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