2013-07-10  Autor: AB Public Relations

La identidad gastronómica de Córdoba

La elección de la ciudad como Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica resalta la influencia y contribución de los pueblos y culturas que la han habitado

La gastronomía cordobesa se configura a través de la historia de los distintos pueblos y culturas que han habitado la región. No en vano, la ciudad suma cuatro culturas y cuatro gastronomías -romana, árabe, judía y cristiana- cuya influencia, unida a la mezcla de tradición e innovación, han permitido elaborar un producto autóctono bien definido y diferenciado. Una importante percepción cultural que la Academia Iberoamericana de Gastronomía pone en valor al distinguir a Córdoba con la Marca de “Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica” durante el año 2014.

El presidente de la Academia Iberoamericana de Gastronomía, Rafael Ansón, entregó al alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, esta distinción, mientras que la ciudad recibirá en septiembre el diploma y el símbolo que la acreditan como Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica. De este modo, se reconocerá su singular gastronomía que, nacida al amparo de un patrimonio milenario, hace de la ciudad y de toda la provincia un destino inigualable en el que confluyen dos potencialidades importantes: una zona geográfica con un gran valor gastronómico y agroalimentario y un potente destino turístico.

El visitante puede descubrir a lo largo de la provincia, el extenso y cuidado olivar que produce uno de los mejores aceites de oliva virgen extra del mundo. Este aceite, uno de los principales protagonista de la cocina cordobesa, acapara cuatro denominaciones de origen y protagoniza alguna de sus más conocidas recetas como el salmorejo y el gazpacho o las sopas frías de hortalizas.

Asimismo, puede conocer alguno de los vinos más antiguos del Mediterráneo: los que se producen en el entorno del Guadalquivir, y que pertenecen a la D.O. de Montilla-Moriles. Otros platos típicos de la gastronomía cordobesa son el rabo de toro, los flamenquines de jamón serrano, los boquerones en vinagre, el cordero en caldereta, los jamones y embutidos de cerdo ibérico del Valle de los Pedroches.

En la repostería destacan los tradicionales pestiños y torrijas de temporada, y especialmente el conocido pastel cordobés. La provincia enriquece su dulcería, con la originalidad de la oferta de los conventos, y los productos centenarios como la carne de membrillo de Puente Genil, los roscos de Priego, los deliciosos merengues de Aguilar de la Frontera, especialmente los de sabor a café, o los alfajores.

Una oferta única que, sin duda, contribuye de modo decisivo a posicionar a Córdoba entre las 20 urbes españolas más relevantes turísticamente hablando, según datos del último estudio sobre el turismo urbano en España realizado por Exceltur, UrbanTUR 2012, tras haber acogido durante el último ejercicio a cerca de 820.000 viajeros alojados en establecimientos hoteleros –un incremento respecto al año precedente del 3,52%-.

Todos ellos han podido descubrir en la provincia una cultura singular en la que la gastronomía se ha convertido en una parte esencial de su identidad. Por este motivo la distinción de la Academia Iberoamericana de Gastronomía permite no sólo distinguir este nexo de unión, sino que contribuirá también, de un modo decisivo, a incrementar las visitas y pernoctaciones de los turistas, difundiendo las propuestas culturales y gastronómicas de Córdoba y la provincia.

 

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